11 abr 2012

¿Qué es Apple ProRes 422?

Desde que empecé a usar Final Cut Pro, uno de los problemas que siempre tuve a la hora de editar mis videos fue el de comprender los formatos y cómo estos le servían al programa para funcionar mejor.
Después de una larga trayectoria, varias horas de Render y una cantidad incontable de intentos fallidos, finalmente fui encontrando un camino (quizás podría llamarlo workflow) para editar de la manera más cómoda, sin tener que pensar mucho en los formatos o cualquiera de los aspectos técnicos del programa. Esto me permitió que pudiera poner toda mi atención a el armado de la película o cortometraje que esté realizando sin preocuparme por otras cosas no tan relevantes.

Seamos sinceros, muchos de nosotros, al principio de nuestra exploración por las aplicaciones de edición no lineal, perdemos más tiempo renderizando y tratando de descifrar todas las expresiones técnicas que nos exige el programa que editando efectivamente nuestros proyectos.
Por eso, acá les dejo un tip, una ayuda, que a mi personalmente me cambió la vida una vez que la descubrí y la puse en práctica. Estoy hablando de la compresión de nuestros videos y de cómo aprovechar la misma para que no tengamos que perder tanto tiempo renderizando y cerrando pop-ups de  errores en nuestro programa.

En el año 2007, justo a la par de la Salida del Final Cut Studio 2, Apple introdujo al mercado de la postproducción digital un nuevo formato de compresión de video llamado ProRes 422. Este codec permitía una decodificación mucho más fluida en Final Cut Pro que otros, como por ejemplo, el H.264.
Antes de continuar, me gustaría hacer una diferenciación entre formato y codec: Un formato nos define la forma en que los datos de nuestro video están codificados (para más información, ver este artículo), mientras que un codec simplemente se encarga de comprimir nuestros archivos de video, de manera que nuestros programas de edición o reproductores lo puedan leer mejor, más rápido y no requieran de tanta memoria para realizar esta tarea.

Mientras que en la linea de formatos podemos encontrar MOV, AVI o MP4, entre los codecs nos vamos a cruzar con ProRes 422, H.264, Apple Intermediate Codec etc.
En cualquier ventana de exportación, desde iMovie hasta Final Cut, ambos están separados y podemos designarlos individualmente (vean el ejemplo de abajo).

En esta ventana nosotros designamos el FORMATO de nuestro video final.


En esta ventana, nosotros designamos el compresor o CODEC.

Ahora que podemos diferenciar bien cada uno, veamos las ventajas que tiene el codec Apple ProRes 422:

1) Peso
En cuanto a peso, los archivos en ProRes 422 no presentan un gran problema. Se puede mantener una muy buena calidad en tamaños no muy desproporcionados.

2) Flujo de Trabajo
Si usan Final Cut Pro, el Apple ProRes 422 debe ser el mejor compresor. Es el que menos render exige y el que más rápido es leido por el programa. Desde que descubrí cómo usarlo, pocas veces tuve que renderizar mucho un proyecto. Obviamente no estamos desligados 100% a tener que renderizar, pero este compresor nos ahorra mucho tiempo en acortar esa linea roja arriba de nuestro timeline.

3) Color y Rango Dinámico
Muchos compresores tienen el problema de que al comprimir el archivo original, le sacan mucha información al color que puede ser importante (sobre todo al momento de colorizar, obviamente). El ProRes 422, si bien hace algo de compresión de color, esta resulta ser bastante sutil y no molesta. La nueva versión de este codec, el Apple ProRes 444 tiene una respuesta de color mucho mayor, pero al precio de un mucho mayor peso. Debido a esto, y a que la diferencia es casi imperceptible, yo estoy más del lado del 422 que de su sucesor.

Estas serían las ventajas. Nada mal ¿verdad? Pero ¿cómo hacemos para convertir nuestros archivos en ProRes? La respuesta es muy simple:
Primero, cada vez que importamos archivos directo de nuestra cámara usando Log&Transfer (Acá tengo un tutorial que les puede ayudar a aprender a usar esta función), el Final Cut nos convierte por default todos los videos usando este compresor. Así que, la próxima vez que importen a Final Cut, asegúrense de hacerlo desde la cámara (o directo desde las tarjetas de la misma)
Otra manera es a través de conversores de video. De estos van a encontrar en todas las formas y tamaños por internet. Uno que a mi me gusta bastante es este llamado MPEG Streamclip, que sirve mucho para aquellos que tengan archivos en formato mpeg-4 u otros. Si buscan en google van a encontrarse con muchos más e incluso algunos específicos para su video en particular.

El Workflow para usar estos archivos es tan simple como convertir todos nuestros videos al formato MOV con este codec, trabajar esos videos y exportarlos sin ningún problema en el formato que querramos, o reconectarlos al final con los archivos originales (preparándonos para unas largas horas de render). Lo mejor de este tip, es que no requiere mucha más técnica que eso, y puede salvarnos horas y horas de problemas técnicos de Final Cut, así que a todo aquel que esté a tiempo de realizar la conversión, sepan que el Apple ProRes 422 tiene mi completo sello de aprobación.

Espero que esto les sirva en sus trabajos. A mi me hubiese gustado que alguien me lo recomendara cuando empecé a editar, así que acá me tienen. Mucha suerte con sus proyectos y nos vemos en otro artículo la semana que viene.

Nicolas A. Ortiz (ZEPfilms)